Compartir stickers con contenido violento o sexual a través de apps de mensajería.

El consumo de porno se inicia desde los 8 años.
Acceder a plataformas de pago vinculadas a material “para adultos”.

España es el 5º país en producción de contenido adulto del mundo.
Participar en “sugar dating” y verlo como dinero fácil, sin pensar en las consecuencias.

Existen en torno a 400.000 “sugar daters” en España.
Utilizar las redes sociales como una forma de controlar a la pareja.

1 de cada 3 jóvenes no cree que controlar el móvil de su pareja sea violencia.